Desde el descubrimiento de la penicilina en 1929 los antibióticos se han utilizado para tratar infecciones producidas por bacterias y han salvado millones de vidas en todo el mundo. Pero…¿Quién no ha visto la noticia del descubrimiento de una superbacteria resistente a todos los antibióticos?
Pues sí! Actualmente, debido al mal uso de los antibióticos se está produciendo una falta de efectividad en los tratamientos y un aumento de las resistencias a los antibióticos, lo que compromete el éxito de los tratamientos futuros.
¿QUÉ ES HACER UN MAL USO DE LOS ANTIBIÓTICOS?
Hablar del mal uso de los antibióticos significa usarlos cuando no los necesitamos o tomarlos incorrectamente:
- Automedicación, tomarlo porqué me duele la garganta y una vez me lo recetaron para el dolor de garganta es un claro ejemplo de mal uso.
- Falta de adherencia, es decir, cuando no seguimos la pauta establecida por el médico, es decir, no lo tomamos a las horas y en los días recomendados
- Cuando dejamos el tratamiento porque han desaparecido los síntomas
- Cuando los tomamos para tratar afecciones que los antibióticos no pueden tratar, como el dolor o la fiebre
- Cuando los administramos a nuestras mascotas sin la supervisión del veterinario.
Los antibióticos sólo son efectivos frente infecciones producidas por bacterias, no por virus. Únicamente el médico puede diagnosticar qué tipo de infección estamos sufriendo, así que sólo tomaremos el antibiótico bajo supervisión médica.
¿POR QUÉ LAS RESISTENCIAS A LOS ANTIBIÓTICOS SON UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA?
Cuando nos referimos a una resistencia, no es el paciente el que se vuelve resistente al antibiótico, sino que la bacteria concretamente ha sido capaz de modificar sus estructuras para que el medicamento no le afecte, de manera que ya no resulta eficaz para eliminar tal bacteria y la infección persiste.
Por lo tanto, cuando una bacteria logra capacidad de resistencia ante una sustancia antibiótica, la infección que provoque ya nunca más se podrá tratar con ese antibiótico. Es aquí cuando tenemos un problema de salud pública mundial. Lo que hacemos nosotros afecta a los demás, estamos interconectados.
Si no ponemos remedio a esta situación, a largo plazo, estas bacterias continuarán produciendo infecciones en el resto de la población y no dispondremos de tratamientos para eliminarlos, comprometiendo así el éxito de los tratamiento y la supervivencia de las personas.
ACCIÓN ESPECÍFICA
Como dice el refrán “zapatero a tus zapatos”, y es que cada familia de antibióticos tiene sus propiedades y características.
Existen diferentes familias de antibióticos (penicilinas, quinolonas, macrólidos, cefalosporinas…) y cada una de ellas actúa de manera diferente y sobre unas determinadas bacterias. Por este motivo, ni todos los antibióticos se toman igual ni todos sirven para las mismas infecciones. Para cada familia de antibiótico existe una posología determinada (es decir, se toman de diferente manera: cada 24h, cada 12h, cada 8h…), así como también la durada del tratamiento (1,3, 7 o 10 días …).
Antes de comenzar el tratamiento debes asegurarte de conocer la posología que debes seguir y si tienes cualquier duda consulta a tu farmacéutico.
ALERGIAS Y EFECTOS ADVERSOS
Los antibióticos son medicamentos seguros pero existen personas que presentan alergia. Por eso, informa siempre al médico si eres o crees ser alérgico a algún antibiótico ya que debido a la existencia de las diferentes familias de antibióticos es posible ser alérgico a unos pero no a todos, así que para estos casos existen estrategias alternativas para poder tratarlos.
Con el uso de antibióticos pueden aparecer efectos adversos que, en algunos casos puede n provocar la interrupción anticipada del tratamiento.
El efecto adverso más habitual es la destrucción de la flora bacteriana propia del individuo, es decir, las defensas naturales. Esto puede provocar diarrea o infecciones por hongos (vaginales, bucales …), aparición de herpes… Para minimizar o evitar estos efectos se recomienda la toma simultánea de probióticos específicos. Consúltanos y te recomendaremos el probiótico más adecuado para ti.
CONCLUSIONES
- Los antibióticos salvan vidas, si se toman correctamente.
- Automedicarse o no seguir el tratamiento de manera adecuada puede crear resistencias.
- Consúltanos cómo prevenir o minimizar los efectos adversos para poder completar con éxito el tratamiento.
- Las bacterias se hacen resistentes, nosotros no.
- Si nos infectamos por bacterias resistentes a los antibióticos ya no nos curarán.
- La resistencia a los antibióticos es un problema de salud pública.
Comparto la noticia de la superbacteria para todos aquellos que no la conocéis:
http://www.elmundo.es/salud/2016/05/27/57485642e2704e967b8b45cb.html