Tu peque llega del cole o la guarde con llagas que supuran y te asustas. Es normal. Vas al pediatra y le diagnostica IMPÉTIGO. Genial, ¿y eso qué es?
1. QUÉ ES EL IMPÉTIGO
El impétigo es una infección de la piel. Está causada por bacterias y suele provocar ampollas o llagas en cualquier parte del cuerpo. Normalmente, las ampollas aparecen sobretodo por la cara (alrededor de la nariz y la boca), el cuello, las manos y la zona que cubre el pañal.
IMPORTANTE: Es contagiosa, prevenible y controlable con antibióticos.
2. CÓMO SE TRATA EL IMPÉTIGO
Al ser una infección bacteriana es necesario acudir a la consulta del pediatra ante cualquier signo de alerta. Sólo el especialista puede valorar el curso de la infección para establecer el tratamiento antibiótico más adecuado, oral o tópico.
IMPORTANTE: si observas indicios de impétigo en tu peque debes ir al pediatra.
SIGNOS DE IMPÉTIGO:
- llagas rojizas que causan picor o escozor, se llenan de líquido y luego revientan, formando una costra amarillenta
- piel en carne viva, enrojecida y con sangre
- erupciones que pican mucho
- ampollas llenas de líquido
3. CÓMO SE PREVIENE EL IMPÉTIGO
Para prevenir el impétigo te recomiendo que sigas unas pautas básicas de higiene. Como el impétigo se propaga por contacto de piel a piel, es importante evitar tocar los objetos que haya usado la persona con impétigo (toallas, sábanas, ropa, juguetes…).
IMPORTANTE: cortar bien las uñas para evitar que las bacterias se acumulen debajo de ellas y evitar rascarse las llagas.
PREVINIENDO EL CONTAGIO:
- Lava las zonas infectadas con agua y jabón
- Cure con ropa holgada las costras y llagas hasta que se curen
- Lávate las manos con agua y jabón después de tocar alguna persona infectadas.
Para evitar su aparición inicial es importante mantener un cuidado adecuado de la piel con limpieza frecuente, especialmente en los casos de niños que con factores que los predispongan como la dermatitis atópica, pues ante un brote de dermatitis atópica, el niño se rasca y facilita la entrada de estas bacterias en la piel.
Los casos se dan más frecuencia en el otoño y el invierno, pero pueden aparecer en otras épocas del año.