Cada mañana empieza de nuevo. Tenemos la oportunidad de dar forma a la vida de nuestros hijos.
Desde hoy y hasta el día 7 de agosto en 170 países se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, gracias a la WABA (World Alliance for Breastfeeding Action).
Se trata de promover y respaldar la lactancia materna, y el lema de este año es:
“Sosteniendo la Lactancia Materna Unidos”
Está claro que en una sociedad en que amamantar a un bebé se vuelve algo extraño, o algo de lo que avergonzarse, algo no marcha bien.
Por eso, se hacen necesarias campañas de este tipo, que den fuerza y empoderen a las mujeres para que sean capaces de escoger. La libertad empieza en la capacidad de elección, y si bien no siempre es posible amamantar, debemos dar las herramientas necesarias a todas las mujeres para que con toda la información a su alcance escojan cuál es la mejora manera de criar a sus bebés.
No podemos dejar que los intereses de las grandes corporaciones de alimentos infantiles sigan influyendo en algo tan importante, vital.
Las alianzas de las grandes empresas de alimentación infantil con nuestros gobiernos no son nuevas, son conocidas, intervienen en las sociedades científicas, en los comités de hospitales, en la sanidad pública y privada. Debemos trabajar para nuevas alianzas, nuevas relaciones y nuevas estrategias. El dinero no puede seguir siendo la prioridad, estamos hablando de seres humanos recién nacidos, que dependen de nuestras decisiones para crecer y madurar. Así que nuestros gobiernos deben asumir su rol para con sus ciudadanos y deben cumplir su misión de defender el derecho a amamantar de las mujeres, sus niños y niñas, con políticas y programas bien estructurados, eficientes y adecuadamente financiados y evaluados.
Es muy importante tratar con respeto cada opción, todas son válidas, por tanto no se puede estigmatizar ni a las madres que deciden dar biberón, ni a las madres que dan pecho; y de la misma manera que el biberón se le da a un bebé cuando le toca la toma, a un bebé amamantado hay que darle el pecho cuando lo necesita, donde sea. No se trata de un acto exhibicionista, simplemente es algo tierno y natural que forma parte de nuestra naturaleza para sobrevivir como especie.