Marzo viene cargado de luz y buenas temperaturas y esto afecta directamente a todas las personas que padecen Dermatitis Atópica. Por eso este mes, en la farmacia hemos puesto en marcha una campaña especial piel atópica.
Muchos de vosotros habréis oído hablar del uso de probióticos para mejorar la Dermatitis Atópica y os preguntaréis, ¿qué tiene que ver la piel con los intestinos?
¡Pues mucho! en realidad hay una relación directa entre lo que comemos, los intestinos, nuestro sistema inmunitario y la piel, así que en el post de hoy iremos paso a paso explicando todas las relaciones.
¿QUÉ RELACIÓN HAY ENTRE LO QUE COMEMOS Y LA SALUD DE LOS INTESTINOS?
Ya lo decía Hipócrates: “Todas la enfermedades empiezan en el intestino” o lo que es lo mismo, la buena salud empieza en el intestino. Cuando nuestros intestinos están sanos (debe ser su estado natural) forman la mayor barrera de defensa de nuestro cuerpo e impiden la entrada de agentes patógenos hacia el organismo.
Los intestinos contienen una población de unos 100 billones de microbios con unas 1000 especies diferentes. Esto es lo que llamamos microbiota intestinal y son todas estos microrganismos los que mantienen la salud de nuestros intestinos
Lo que pasa es que los intestinos pueden verse alterados perdiendo así su capacidad de defensa. Los factores más comunes son:
- El consumo excesivo de azúcares refinados, que contribuyen al excesivo crecimiento de las cándidas.
- El uso de antibióticos, corticoides y hormonas sintéticas. Los antibióticos destruyen la flora intestinal pero no las cándidas. La cortisona deprime el sistema inmunitario y las hormonas sintéticas destruyen nutrientes como la vitamina B6
- La disminución de las secreciones digestivas genera sustancias que irritan la mucosa intestinal favoreciendo el desequilibrio de la flora intestinal
- El estrés continuo produce un aumento del cortisol en sangre, lo que deprime el sistema inmunitario
Todos estos factores provocan una disbiosis que acaban en inflamación de la mucosa intestinal y una alteración en la permeabilidad de las membranas, por lo que los agentes externos pueden penetrar al interior de nuestro organismo con mayor facilidad, pudiendo ser el origen de “intolerancias alimentarias” (en realidad, alergia alimentaria tipo III), pero también de alteraciones en el funcionamiento del sistema inmune de mucosas, con repercusiones como alergias, dermatitis, infecciones recurrentes de mucosas…
¿QUÉ SON LOS PROBIÓTICOS?
Tal y como ya expliqué en un artículo anterior, los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio a la salud. Para que un microorganismo sea calificado como probiótico debe demostrar científicamente que produce efectos beneficiosos en la salud.
¿EXISTEN DIFERENTES PROBIÓTICOS?
Para que un probiótico tenga efecto terapéutico debe poder asegurar un número viable de cepas conocidas y caracterizadas. Esto significa que en su preparación, el producto probiótico se debe vehicular a los microorganismos de manera que pasado el estómago y sus ácidos se asegure que llega suficiente cantidad de probióticos al intestino para colonizarlo y llevar a cabo la actividad beneficiosa o terapéutica. Por eso es que TODOS los probióticos no son iguales.
Además, los estudios de los que disponemos en la actualidad indican que no todos los tipos de bacterias sirven para todo, sinó que existe un tropismo de cada una de las especies a una tipo de mucosa del cuerpo. Por tanto, escoger bien el tipo de probiótico es imprescindible para conseguir el efecto beneficioso deseado.
Por ejemplo, Lactobacillus Rhamnosus es el probiótico que ha demostrado mayor eficacia para tratar la gastroenteritis mientras que Lactobacillus salivarius se encuentra en la boca y en el intestino delgado y además de ser útil para mantener una buena la salud dental, sino hay estudios que sugieren que podría ayudar a mejorar los problemas gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable.
¿QUÉ RELACIÓN HAY ENTRE LOS PROBIÓTICOS Y DE DERMATITIS ATÓPICA?
Hasta hace poco se intuía el efecto beneficioso del uso de probióticos ante episodios agudos de dermatitis así como también en la prevención de la dermatitis atópica. Y ya recientemente, un metaanálisis (que es un estudio que evalúa todos los ensayos clínicos de calidad publicados para evaluar la eficacia de un mismo tratamiento) nos da como conclusión que el tratamiento con probióticos disminuye el eczema en niños mayores de 1 año.
Este estudio* evaluó más de 25 ensayos con un total de 1.599 pacientes y se encontró que el tratamiento con una combinación de diferentes especies de bacterias Lactobacillus aporta mayor beneficio que aquellos con Bifidobacterium solas. Anteriormente a esta publicación, no se habían podido extraer conclusiones más sólidas sobre el tratamiento del eczema con probióticos porqué los estudios disponibles eran muy heterogéneos entre ellos y utilizaban probióticos muy distintos y con dosis muy diferentes por lo que era difícil poder extraer conclusiones fiables.
*Chilcote M. Diet and eczema: a review of dietary suplements for the treatment of atopic dermatitis. Dermatol Pract Concept 2016
REGALO FINAL
Tienes un nuevo vídeoconsejo en mi canal de youtube para mejorar los cuidados de la piel atópica: