La migraña no se crea ni se destruye, se transforma
La migraña afecta al 15% de la población mundial.
La migraña es 3 veces más frecuente en mujeres que en hombres.
El 12 de septiembre se celebra el Día Internacional de Acción contra la Migraña.
Algunos creen que tener migraña es sufrir dolor de cabeza fuerte.
La realidad va muchísimo más allá.
Tener migraña es sufrir un dolor extremo, agotador, infernal. Te paraliza y no puedes ni pensar. Los latidos de tu corazón son bombardeos constantes en la cabeza, como martillos. Y la sensación de mareo… las ganas de vomitar…, lo que molesta cualquier luz y el ruido… ¡Qué horror! Cualquier sonido te hace estremecerte, retumba dentro de cada recoveco del cerebro y se mantiene como un eco que no termina.
Juan P. es un paciente habitual de la farmacia. Tiene un tratamiento crónico para la migraña. Su médico lo había probado todo con él. Le decía que era genético y que lo único que podía hacer era tomar la medicación y tratar de prevenir las crisis llevando una vida tranquila y ordenada; y que ante una crisis pues el tratamiento agudo.
Hasta ahí bien. Es el consejo habitual.
Pero hay más.
Se puede hacer más.
Sabemos que existen alimentos que potencian las crisis de migraña. Sabemos que hay medicamentos que la potencian. Sabemos que el estilo de vida también influye.
Entoces, ¿Por qué no compartirlo? Para mi la base del tratamiento de la migraña son 3 grandes pilares.
Si vienes a la farmacia a por tu tratamiento para la migraña lo fácil es que te empiece a “interrogar” para averiguar tu estilo de vida y te contaré lo que le conté a Juan P. hace ya varios años.
Es importante saber que, si llevas una vida activa, con un mínimo ejercicio tipo caminar 30 minutos al día, tus migrañas se debilitarán (y de paso, tú te fortaleces).
Me parece imprescindible conocer los alimentos que pueden provocar más ataques de migraña.
Te los chivo ya: son el alcohol (todos los tipos), el chocolate, los quesos curados, las nueces, los alimentos fermentados y los procesados. Es una lista fácil y muy útil para las personas que paceden de migraña.
Por último, pero no menos importante, cuida tu hígado. El hígado, como digo siempre es el gran olvidado, pero es un órgano fundamental. Cuidarlo y mimarlo es sencillo: vida activa, buenos alimentos y una detoxificación cada 6 meses.
Los que me conocéis mejor sabéis lo fan que soy de Bipole de rábano negro y alcachofa. No es casual. Es causal.
Descubrí este producto en 2008, en un curso de medicina natural que realicé.
En aquella época, hacía poco que tenía la farmacia. Mi propio negocio. Mil frentes que atender, facturas, comerciales, campañas, correos, inspecciones, equipo… un sinfín de responsabilidades que no dominaba. Empecé a sufrir migrañas.
Trabajaba 11 horas de lunes a sábado y cuando llegaba el domingo no era capaz de salir del sofá. Me pasaba los domingos tirada entre la cama y el sofá. Sí, con 28 años parecía que mi cuerpo no podía hacer nada. Nada más despertarme empezaban esos ataques de migraña. Devastadores, horribles.
Así que cuando empecé ese curso de medicina natural (los lunes por la tarde de 18 a 21 en el centro de Barcelona) y nos hablaron del hígado y de la importancia de la depuración y del ejercicio, decidí experimentar conmigo misma (tranqui, suelo hacerlo siempre que puedo).
Busqué, investigué y analicé la composición de muchos productos hasta que di con las ampollas Bipole de rábano negro y alcachofa.
Me decidí a probarlo.
Mi pauta fue una ampolla por la mañana en ayunas y otra por la noche, durante un mes.
Poquito a poco, noté cómo mi cuerpo no estaba tan agotado. Empecé a quedar con amigos. Me invitaron a escalar y acepté. Doble reto. Sufrir un ataque de migraña en medio de la comarca de Osona y mi sueño de escalar por primera vez.
¿Resultado?
Fue genial, las migrañas terminaron desapareciendo y me enganché a la escalada. Puedo asegurar que no he sufrido un ataque de migraña en los últimos 12 años.
¿Y qué fue de Juan P.?
Pues aquí está el señor, fresco como una rosa, sin ataques de migraña desde hace años y recomendando a diestro y siniestro las bondades de las ampollas de rábano negro. Además, se aficionó a caminar y ahora anda más de 10 km al día. Sí, todos lo días. Dice que le rejuvenece y le hace sentir bien. Le creo.
Me he propuesto hacerte la vida más fácil escribiendo este blog. Escribo porqué me gusta compartir mi experiencia y conocimiento.
Estoy segura que conoces a alguien o que conoces a alguien que conoce a alguien que sufre migrañas. tengo muy claro que esta información le interesa. Compartir es amar. Así que, ¿por qué no le reenvías el mail?
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