Empezamos el mes de mayo con un artículo sobre las dietas “milagro”. Se trata de ayudarte a reconocer esas dietas que prometen mucho y no son verdad; para que puedas escoger NO a una dieta peligrosa y SÍ a una dieta saludable.
En cuestiones de peso y alimentación debemos tener cabeza, no se trata tanto de restringir alimentos sino de cambiar hábitos y rutinas que nos permitan optimizar las calorías según nuestro objetivo.
En una dieta milagro hay una restricción severa de calorías y eliminación de algunos grupos de nutrientes. Todas estas limitaciones provocan el temido efecto rebote o yo-yo. ¿Sabes por qué? Pues porqué nuestro cuerpo es perfecto y mágico y ante situaciones de ayuno activa mecanismos bioquímicos que se oponen a la pérdida de peso. En poca palabras y para entendernos. Si dejas en ayunas a tu cuerpo demasiado rato, en la siguiente comida que le des absorberá y almacenará TODO lo que pueda; sólo por si acaso está en peligro y no tiene asegurada la nutrición, qué listo, ¿ehhh?
Normalmente, se plantean estas dietas como seguras y fáciles… y todos sabemos que bajar de peso NO ES FÁCIL, tienes que currártelo. Además, la restricción de nutrientes provoca falta de algunos minerales o vitaminas imprescindibles que alteran el metabolismo y pueden llegar a ser muy peligrosos para la salud.
¿CÓMO RECONOCER UNA DIETA MILAGRO?
Las dietas milagro son aquellas que prometen una pérdida rápida de peso en poco tiempo y sin esfuerzo. Es decir, desconfía de toda dieta que te prometa perder más de 5 kilos al mes sin tener que sacrificarte y eliminando grupos de alimentos.
De forma general, las “dietas milagro” se pueden clasificar en tres grandes grupos: dietas hipocalóricas desequilibradas, dietas disociativas, y dietas excluyentes.
Las dietas hipocalóricas desequilibradas son dietas con muy pocas calorías que además son desequilibradas.
Además, estas dietas se vuelven crónicas por 2 razones:
La restricción de calorías hace que nuestro organismo sea más eficiente y en cuanto dejas la dieta recuperas los kilos.
No educan nutricionalmente en nuevos hábitos saludables, por lo que al dejarlas vuelves a tus hábitos de antes y recuperas el peso con mayor facilidad.
Este tipo de dietas hipocalóricas desequilibradas te provocan la pérdidas de electrolitos y proteínas, algo suficientement grave como para provocar la muerte. A nivel emocional, provocan ansiedad y depresión, además de insomnio.
Ejemplos de este tipo de dietas hipocalóricas desequilibradas son: “dieta toma la mitad”, “dieta de Victoria Principal”, “dieta gourmet”, “dieta Ake Waerland”…
Las dietas disociativas son aquellas que se basan en la teoría errónea de que los alimentos de por sí no engordan, sino que se trata de una mala combinación entre ellos… Por eso, seguir una dieta disociativa es prácticamente imposible, ningún alimentos contiene un único grupo de nutrientes (los alimentos están compuestos por hidratos de carbono, proteínas y grasas en diferentes proporciones)… Si sigues una dieta disociativa sólo conseguirás un desequilibrio en tu organismo, que luego se recupera con más peso del que habías perdidos y siempre en forma de grasa. Las dietas disociativas más conocidas son: “regimen de Shelton”, “regimen de Antoine”, “Montignac”, “método para adelgazar de los Doctores Eades”, “método de las 3 columnas”…
Las dietas excluyentes son aquellas que se basan en eliminar de la dieta algún nutriente.
Estas dietas restringen diferentes nutrientes como:
Dietas excluyentes ricas en hidratos de carbono y sin lípidos y proteínas, como la Dieta Dr. Prittikin y la Dieta del Dr. Haas.
Dietas ricas en proteínas y sin hidratos de carbono como: “dieta de Scardale”, “dieta de los Astronautas”, “dieta de Hollywood” y la “dieta de la Proteína Líquida”. Si sigues una dieta de este tipo tienes el peligro de padecer una sobrecarga renal y hepática muy importantes.
Dietas ricas en grasa como la “dieta de Atkins” y la “dieta de Lutz” que se conocen como dietas cetogénicas que pueden ser muy peligrosas para la salud, produciendo graves alteraciones en el metabolismo (acidosis, cetosis, aumento de colesterol sanguíneo, etc.).

Mi recomendación:
¡RECUERDA!
En farmacia Rubís disponemos de servicio de nutricionista, sólo tienes que pedirnos cita y empezar a imaginar el futuro con tu peso ideal. Juntos lo lograremos! 😉