La pregunta es sencilla: ¿Qué me tomo si la comida me sienta mal?
La respuesta parece clara, pero con el actual abuso en el uso de omeprazol y otros medicamentos derivados, veo imprescindible hablaros de la diferencia de esta familia de medicamentos y los antiácidos.
Omeprazol y familia (pantoprazol, rabeprazol, lansoprazol…) son unos medicamentos que regulan el exceso de síntesis de ácido en nuestro estómago. Actúan inhibiendo la bomba de protones que tenemos en las células de la pared del estómago. Este bloqueo impide la producción de ácido gástrico, de hasta un 70% a las 24 horas de la administración.
Los efectos sobre la producción de ácido comienzan a aparecer al cabo de 2 horas, aunque pueden ser necesarios hasta 5 días de administración para alcanzar la actividad antiulcerosa máxima.
Tal y como veis se trata pues, de una familia de medicamentos que sólo debemos tomar bajo prescripción médica para el tratamiento del Reflujo Gastroesofágico provocado por una úlcera gástrica o duodenal, por una infección de Helicobacter Pylori, o una úlcera péptica causada por un tratamiento prolongado de Antiinflamatorios (AINE).
Además, debemos tener en cuenta de que Omeprazol, debido a su mecanismo de acción, interacciona con muchos medicamentos y provoca reacciones adversas a diferentes niveles:
- Digestivas frecuentes como náuseas y vómitos, dolor abdominal, diarrea, estreñimiento, gases…
- Hepáticas como aumento de las transaminasas.
- Cardiovasculares como hipertensión arterial, palpitaciones, angina de pecho…
- Neurológicas/psicológicas como dolor de cabeza, mareo, somnolencia, nerviosismo…
- Respiratorias como tos, infección respiratoria…
- Genitourinarias
- Dermatológicas poco frecuentes como dermatitis, picores, erupciones, fotosensibilidad…
- Alérgicas
- Osteomusculares como dolor de espalda, fracturas óseas…
- Oftalmológicas muy raramente como visión borrosa.
- Óticas como el vértigo.
- Generales como cansancio, astenia, fiebre…
Con todo esto sólo quiero recordar que existen medicamentos y remedios específicos de los ardores, sin todos estos efectos secundarios que son mucho más adecuados.
Como siempre, lo primero sería la prevención. Es decir, no comer más de lo que nuestro cuerpo puede… y si esto no es posible, toca echar mano de nuestros amigos Almax, Gaviscon y Rennie por un lado o también Neo Bioanacid y Probiótico Forte, si preferís remedios más naturales.