El estrés es el proceso en el que entras cuando se te presenta un reto, una noticia, un cambio que no controlas y que te provoca un sobreesfuerzo. El estrés en sí no es necesariamente malo, tu cuerpo está en alerta y, si sabes aprovecharlo, el estrés es una excelente oportunidad para poner en marcha nuevos recursos personales, fortaleciendo la autoestima y aumentando las posibilidades de éxito.
¿Qué pasa cuando el estrés te controla? Ese es el punto en que el estrés pasa a ser algo negativo que te bloquea, te genera ansiedad y muchas reacciones fisiológicas que alteran tu cuerpo. Uno de los órganos que más puede notar los efectos del estrés es tu piel. Ya sabes que el cuerpo habla cuando la mente calla, y no es extraño que tu piel somatice tu problema de estrés.
RELACION MENTE-PIEL
Cuando empezamos a desarrollarnos como feto en el vientre de nuestra madre, el sistema nervioso y lal piel derivan del mismo grupo de células. De ahí que cuando experimentas estrés en tu vida, tu piel sea un reflejo de tus tensiones.
La mente y la piel se conectan a muchos niveles diferentes porqué hay una gran cantidad de terminaciones nerviosas en nuestra piel, envolviendo los órganos, recibiendo muchísima información sobre tus sensaciones. Por eso, las emociones se reproducen neurológicamente y puedes expresar a través de la piel todo lo que te ocurre.
EL ESTRÉS EMPEORA LOS PROBLEMAS DE TU PIEL
Ante el estrés nuestro cuerpo libera cortisol, que se conoce como la hormona de estrés.
Ante las situaciones de estrés, tu cuerpo moviliza las reservas de energía, liberando rápidamente cortisol para ello. La glucosa sale de los tejidos hacia el torrente sanguíneo para aumentar la actividad cerebral y la concentración. Mantener esta situación de estrés en el cuerpo puede provocar la destrucción de tejidos como el músculo y alteraciones en tejidos que el cuerpo no “necesita” para sobrevivir al estrés que está sometido.
Ésta es la razón por la que la piel empeora su estado: tus emociones impactan directamente en el estado de tu piel, y por eso la psoriasis, la rosacea y la dermatitis son afecciones de la piel que empeoran ante situaciones de estrés.
LOS EFECTOS DEL ESTRÉS EN TU PIEL
1. CICATRIZACIÓN MÁS LENTA
El estrés en exceso altera al sistema inmunitario, tambíén y te hace más susceptible a las infecciones cutáneas. El estrés retrasa el proceso de curación de la piel perjudicando la importantísima función barrera.
2. PIEL SECA Y ENROJECIDA
Con el estrés la prioridad es la energía y otros procesos como la producción de ácido hialurónico quedan en segundo lugar. Esta falta de ácido hialurónico provoca sequedad y deshidratación. Por eso, la piel se enrojece y empieza a picar.
¿La solución? aplícate una crema súper emoliente con ácido hialurónico y ceramidas para compensar este efecto.
4. AUMENTO DEL ACNÉ
El estrés puede provocar que te aparezca acné o, si ya lo tienes, que empeore. La causa está en tu microbioma (tu propio natural ecosistema de bacterias). El estrés provoca un cambio en el microbioma y esto favorece que las bacterias implicadas en el acné proliferen en tu piel, agravándolo.
¿La solución? Usar un tratamiento específico en la limpieza y cuidado de la piel que ayude a regular el exceso de sebo y elimine esas bacterias, además de un tratamiento probiótico adecuado.
5. ERUPCIONES Y URTICARIA
Tanto las erupciones como la urticaria son consecuencia de la disbiosis que provoca el estrés en tu microbiota intestinal. Aparece cuando el estrés se apodera y demasiadas bacterias “malas” superan a las “buenas”.
¿La solución? La estrategia del tratamiento se basa en 3 pilares:
- Los ejercicios de respiración ayudan a minimizar las posibilidades de que aparezcan tanto las erupciones como las urticarias.
- Tomar un tratamiento de probióticos que reequilibre la microbiota de bacterias en el intestino.
- Usar una crema hidratante, calmante y antiinflamatoria para paliar el picor y la irritación.
Estos son los 5 efectos negativos del estrés sobre tu piel, si los sufres y quieres encontrar una solución para volver a tener una piel perfecta, ven y reserva tu cita en la farmacia para que te asesoremos de forma personalizada en nuestro servicio de dermofarmacia. Analizamos tu caso y te ayudamos con el tratamiento adecuado que se adapta a tus necesidades. No lo dudes y ponte en nuestra manos 😉